La ola de inmigrantes venezolanos no deja de crecer y tampoco sus inversiones en Panamá.
“Se estima que ya somos 39.000 venezolanos viviendo de manera definitiva aquí, pero tenemos un flotante de 42.000. Y el nivel de inversiones es cada vez mayor”, destacó Miguel Ángel Cuartín, presidente del Centro Venezolano Panameño (CVP), quien tiene una idea bastante clara de las oportunidades de negocios que están aprovechando sus compatriotas por estos lares.
La mayoría de las inversiones venezolanas se han concentrado en el sector construcción y bienes raíces, pero también hay una participación importante y creciente en banca, seguros, casas de valores, turismo, servicios logísticos, hotelería, restaurantes, franquicias, software e incluso en el agro.
“Los venezolanos han invertido mucho en canteras y minas, para explotar todo lo que es materiales de construcción, y también están invirtiendo mucho en el sector agropecuario. Tengo entendido que Arroz Cristal está considerando venirse, también una empresa de alta tecnología en equipos de ordeño”, dijo.
Entre las inversiones inmobiliarias destacan los casos de Ciro Martínez & Cía., que está haciendo 6.000 casas en Pacora; y Century 21, que tiene dos franquicias aquí con corredores de bienes raíces venezolanos.
Además, hay varias empresas venezolanas prestando servicios de pilotaje, transporte de carga, maquinaria pesada y fabricación e instalación de pisos, vidrios, topes de granito, mármoles, grifería, muebles de baños y cocinas y otros materiales e insumos de la construcción.
“En la banca está Banesco y Banco Mercantil, Balboa Bank tiene accionistas venezolanos y viene otro banco: BOD y Banco Consolidado se unieron para sacar uno acá y ya están listos, ya tienen presidente y gerente y todo y están por abrir”, aseguró el empresario.
En seguros también hay una presencia importante, con Seguros BBA, Seguros Constitución y Seguros Ancón, que es propiedad de la venezolana Multinacional de Seguros.
La participación en medios de comunicación social también ha aumentado. No sólo está ahora el periódico El Venezolano, sino también las revistas Venezuela Gráfica y Sala de Espera, el periódico Construir, y varias revistas y periódicos electrónicos.
“También hay mucha gente trabajando en desarrollo de software, especialmente para bancos, casas de bolsa y logística. En el negocio de logística y carga también hay muchos y vendrán más”, anunció Cuartín, quien vende plantas eléctricas desde Colón para todo el hemisferio, como distribuidor de Magna Tech, y maneja también a la trasnacional de logística BM Cargo.
Es que muchos empresarios de Puerto Cabello, Guanta y La Guaira, afectados por algunas procesos de estatización y expropiación en Venezuela, empezaron a buscar opciones en la región y hallaron en Panamá una oportunidad.
Al cierre del primer trimestre de este año, había $2.068 millones de depósitos de venezolanos en la plaza bancaria panameña, informó la Superintendencia de Bancos de Panamá.
Y esa cifra se limita a los depósitos de personas naturales y jurídicas, no incluye depósitos de otros bancos ni depósitos de casas matrices y subsidiarias.
Costa Azul
El CVP planea desarrollar un ambicioso proyecto al lado de Costa del Este. Compraron más de 30 hectáreas y en ellas piensan construir no sólo la sede del centro y de una organización no gubernamental para darle curso a proyectos filantrópicos de esta comunidad, sino complejos residenciales, centros comerciales, iglesias, colegios y universidades, un club social y deportivo, una cámara de comercio venezolano-panameña y hasta las sedes de nuevos medios de comunicación social.
“Ya tenemos el terreno y allí pensamos desarrollar el proyecto”, añadió.
CVP va a ser propietario de un 20% y los socios del centro, que actualmente son un centenar de empresarios, aportarán el capital inicial. También están buscando socios en Venezuela y ya han hecho contactos con grandes grupos empresariales allá para poner en marcha el proyecto.
Por lo visto, tienen toda la intención de hacerse sentir en el país, de cohesionar a una comunidad que hasta el momento ha permanecido relativamente dispersa, de facilitar la integración de los venezolanos a Panamá y de beneficiarlos con acuerdos tanto con el sector público como con el privado.
Y ya han logrado avances. Por ejemplo, los venezolanos no podían tener pólizas de hospitalización en Panamá hasta tanto no definieran su estatus migratorio, pero gracias a los acuerdos que el CVN suscribió con cuatro aseguradoras, ahora ya no tienen ese problema ni enfrentan ese riesgo.
Cruzando datos
El embajador de Venezuela en Panamá, Jorge Luis Durán, declaró que aunque por el aeropuerto de Tocumen pasan anualmente más de 200.000 venezolanos por año, en la embajada sólo hay registrados 3.700 venezolanos como residentes en Panamá.
Esto implica que, si las estimaciones de Cuartín son ciertas, menos del 10% de los venezolanos que están residiendo en Panamá han hecho su registro consular y pueden votar en las contiendas electorales de su país. Triste dato.
“Las inversiones de los venezolanos en Panamá siguen aumentando y el porcentaje de los empresarios que han invertido y han fracasado es muy bajo, no llega al 3%”, precisó el diplomático.
Durán resaltó que también hay venezolanos desarrollando complejos turísticos agropecuarios, mejorando la genética del ganado panameño y ejecutando proyectos en el Área Económica Especial Panamá-Pacífico (Howard).
Respecto a Costa Azul, el embajador señaló que es un “proyecto ambicioso, a mediano y largo plazo, pero lo veo posible, porque el empresariado venezolano que está detrás de eso tiene la capacidad económica para hacerlo y la banca venezolana apoyaría una inversión como esa”.
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